¿Es posible vivir sin plástico?

Una gran pregunta que todos deberíamos cuestionarnos hoy en día: ¿se puede vivir sin plástico? Es difícil pensar en un mundo en el que no se consuman plásticos y en el que no acabe el plástico en el mar.

Sin embargo, debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para poder combatir la contaminación del plástico en el mar y proteger nuestro planeta. Al igual que la figura del Miraestels, tenemos que convertirnos en el guardián que cuida y protege los mares, que busca un mundo en el que podamos vivir sin plástico.

¿Cómo empezar a vivir sin plástico?

Es muy difícil pensar, tal y como funciona nuestra sociedad, en vivir sin plástico al 100%. Sin embargo, es cierto que podemos poner nuestro granito de arena y contribuir a reducir el consumo de plástico.

Antes de comenzar, plantéate el siguiente ejercicio que te ayudará a abrir la mente: durante una semana, no salgas a tirar las bolsas de plástico reciclado. Guárdalas y al final de la semana, saca todos los recipientes que haya en todas las bolsas.

Este ejercicio te ayudará a ver cuánto plástico consumes y en qué, es decir, que te puede ayudar a ver qué objetos puedes empezar a sustituir o eliminar de tu vida. ¿Cuáles de ellos puedes reducir, cuáles eliminar y cuáles reciclar? Este es un paso importante para comenzar a vivir sin plástico y evitar que acabe todo ese plástico en el mar.

Consejos para empezar a vivir sin plástico

Para comenzar con tu estrategia para dejar de utilizar plástico en tu vida diaria, puedes empezar por estos consejos.

Elimina las bolsas de plástico

Sí, es el más obvio, pero seguimos sin eliminar las bolsas de nuestras vidas. Podemos cambiarlas por bolsas de tela que son reutilizables, se pueden lavar y no cuesta nada llevar al menos una encima doblada. Evita la tentación de coger bolsas en cualquier supermercado, tienda o incluso farmacia.

Compra a granel

En muchos supermercados ofrecen esta opción, y sino, siempre puedes acudir a fruterías y panaderías de la zona. Es absurdo comprar plátanos envasados en una bandeja de poliuretano envuelta en film, cuando ya tienen un propio envoltorio natural.

Existen unas bolsas de algodón de tipo malla que son transpirables (y lavables) y funcionan perfectamente para la fruta y verdura a granel, así que tampoco tendrás que coger una bolsa de plástico para cada pieza de fruta que cojas.

Haz cambios en tus recipientes

Por ejemplo, puedes utilizar fiambreras de acero inoxidable o de vidrio para guardar tus comidas. No hace falta que compres todo nuevo, piensa que muchos alimentos vienen envasados en tarros que puedes reutilizar para esto mismo.

Además, evita en la medida de lo posible utilizar platos, vasos y cubiertos de plástico desechables. Por ejemplo, si tomas café para llevar, puedes comprar tu propio vaso (con cuchara) y llevarlo a diario para que te lo rellenen. Si tomas un café al día, ya son 365 vasos menos que pueden acabar como plástico en el mar.

O incluso si compras formatos grandes, estarás contribuyendo a que haya menos plástico. No es lo mismo una garrafa de agua que contiene 8L, que 8 botellas de agua de un litro. Aunque en el tema del agua siempre es buena opción optar por poner un grifo que depure el agua y utilizar botellas de vidrio rellenables.

Paso a paso, evitaremos la contaminación del plástico en el mar

Estos son tan solo unos pequeños cambios por los que empezar a proteger nuestros mares, pero te darás cuenta poco a poco de todos los plásticos que puedes ir eliminando de tu vida: pinzas de tender la ropa, pajitas, utensilios de cocina, y muchos otros objetos que se pueden sustituir fácilmente.

Sigamos el mensaje del Miraestels, ayudemos a proteger a la madre naturaleza, desde los mares hasta las estrellas, consigamos un mundo en el que podamos vivir sin plástico.

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